Translate

sábado, 20 de junio de 2020

Libre albedrío

FRAGMENTO DE LA NOVELA "DEL BIG BANG AL TEPEYAC" por René Ignacio García Fernández.


   Una vez concluido el diseño de hombre y mujer creamos una primera pareja y les preparamos un espacio libre de amenazas y con abundantes alimentos, esto para dilucidar si en un ambiente así se adaptarían o reclamarían su derecho a enfrentar retos y a equivocarse.
   Construir ese ambiente seguro y sin carencias fue de gran regocijo, colocamos ahí diversos animales y todos los vegetales necesarios para dar forma al vergel más bello jamás visto.
   Para las especies vegetarianas fue fácil asegurar el abasto, para las carnívoras creamos un alimento especial que se aglomeraba en la atmósfera y se precipitaba en forma de una nieve cálida color ocre.
   Cuando terminamos la construcción de ese espacio todos estábamos satisfechos, lo único que nos incomodaba era la insistencia de Dos de que una vez probada su hipótesis, debería negarse a la humanidad poseer tanto potencial creativo junto con libre albedrío, para así eliminar el riesgo de que destruyeran toda nuestra obra.
   - Esa combinación condena al fracaso a La Creación -repetía Dos-, nosotros tenemos ambas capacidades y no somos una amenaza a lo creado porque tenemos existencia eterna.
Al ser intemporales no tenemos que ocuparnos y menos preocuparnos por nuestra permanencia, en cambio para los humanos el tiempo es un depredador ante el que no tienen defensa y responderán usando su potencial creativo para perseguir el disfrute de su vida temporal, sin considerar el daño que puedan hacer a otras especies, a su hábitat o al Universo.
   El Verbo tomó la palabra para darnos a conocer su postura al respecto.
   Nos dijo que efectivamente los humanos tenían el potencial para atentar contra otras especies, su hábitat y todo lo creado, pero que en respeto a su libre albedrío se les permitiría que fueran ellos quienes definieran su contribución a la obra de Nuestro Padre, y que si se equivocaban serían ellos quienes sufrirían las consecuencias.
   Ella intervino desconcertada.
   - ¿Cómo podrán los humanos ser responsabilizados de sus decisiones si las consecuencias llegan a darse más allá de los límites de su vida?
   - La responsabilidad será también de los soplos de vida -explicó El Verbo-
   Ella planteó con firmeza.
   - Entonces para reducir el riesgo de que se equivoquen es muy importante que aprendan a valorar todo lo que hemos creado para su disfrute.
Para eso  tenemos que hacerlos usar la sabiduría de Nuestro Padre que ya está en ellos.
El problema que estoy anticipando –continuó- es que al asomarse a esa sabiduría desde su condición mortal, queden impedidos de poder armonizar su quehacer temporal con su vinculación al Todo.
   - Pienso lo mismo –Dijo Dos-, y no tengo la menor duda de que no apreciarán su vida si tienen la certidumbre de que pertenecen a algo más importante.
Por eso propongo que no se les dé acceso a la sabiduría de Nuestro Padre ni siquiera de manera limitada, e insisto en que si no se reducen o su potencial creativo o su libre albedrío, van a actuar en contra de si mismos, en contra de otras especies y en contra de toda la creación, a causa de su afán por alcanzar el mayor bienestar posible durante su corta vida.
Francamente no creo que poner en riesgo toda nuestra obra forme parte del plan de Nuestro Padre.
   Fue entonces cuando El Verbo nos explicó lo que no habíamos logrado entender.
   - El plan de Nuestro Padre –dijo- no considera poner en riesgo nuestra obra, su objetivo es que los humanos sean felices, pero la felicidad solo se logra en el triunfo y el triunfo solo existe por el fracaso.
Actuar contra otros seres o atentar contra lo creado serán errores de aprendizaje y sucederá que lleguen a ser tan graves que resulte necesario borrar los soplos de vida involucrados.
Pero nunca deberemos olvidar que los errores son fracasos de la razón que dan factibilidad al triunfo de la razón.
La vida es una dádiva de nuestro padre solo posible por la muerte, ser es solo posible por el tiempo, disfrutar ser solo es posible por el triunfo sobre el no ser.
Pueden estar seguros que desde la perspectiva de nuestra existencia eterna nunca podremos disfrutar la felicidad de ser que Nuestro Padre ha puesto al alcance de la humanidad.
Los Soplos de Vida que animen la perecedera existencia de los humanos sabrán de penas y fracasos, pero se darán cuenta, aprenderán a triunfar y cuando retornen a nuestros espacios alimentarán a nuestro padre con su alegría, entonces el ciclo se cerrará y la rueda de la eternidad continuará girando.
Yo no creo que un ambiente como el que integramos para esta prueba sea el adecuado para nuestra creación más importante, porque es indispensable que se enfrenten a retos y ejerzan su derecho a equivocarse.
Pero es fundamental que entendamos que al equivocarse sufrirán y que eso es lo correcto, porque sin ese entendimiento nuestra armonía con Nuestro Padre se verá amenazada.
   El Verbo terminó y todos callamos.

Fascículo 3. ¿FUE VERACRUZ LA PRIMERA CIUDAD DEL CONTINENTE AMERICANO?

      Este trabajo fue publicado por primera vez en el año 2017 formando parte del ensayo MÉXICO SIN MENTIRAS y está dedicado a quienes esté...