En 1934 Simon Kuznets inventó el PRODUCTO INTERNO BRUTO para medir el crecimiento económico que hasta entonces se media con el INGRESO PER CÁPITA.
Casi de inmediato, los analistas financieros
estadounidenses entronizaron el PIB a pesar de las recomendaciones en contra de
parte de su inventor.
En 1936 Keynes publicó su “Teoría general
del empleo, el interés y el dinero” e incluyó el PIB dentro de su modelo.
Quedó así formalizada la teoría económica
que los Estados Unidos opusieron al comunismo instalado en Rusia en 1913.
John Keynes explicó el capitalismo, Karl Marx
el comunismo, y los dos en su momento se declararon en desacuerdo con la tendenciosa
interpretación dada a sus propuestas.
Sus enseñanzas fueron reducidas a soluciones
cuasi dogmáticas en las que las variables involucradas se relacionan como si se
tratara de recetas de cocina, “ponga suficiente autoritarismo, amase a golpes y
cueza a fuego lento”
Keynes manifestó su preocupación de que no
se estuviera tomando en cuenta la naturaleza de los tiempos históricos, en los
que “el ahora es una permanente transición entre un incuestionable pasado y un
impredecible futuro”.
Tristemente Marx y Keynes son
mayoritariamente recordados por las versiones torcidas de sus teorías.
En el extremo de la simpleza, las economías
de todos los países, ya fueran comunistas o capitalistas, comenzaron ser
comparadas a partir de un solo factor, el PIB.
Tal reduccionismo fue rechazado por Keynes,
pero fue su alumna, Joan Robinson quien lo combatió.
Ella fue una investigadora inglesa de
Cambridge que en 1964 fue elegida miembro de excelencia de la Academia
Norteamericana de Artes y Ciencias, en 1965 nombrada profesor investigador del
Girton College de Cambridge y en 1979 fue la primera mujer miembro de
excelencia de la Academia del King’s College, la más famosa escuela de la
Universidad de Cambridge.
Falleció en 1983, y en 2016 el consejo de la
Universidad de Cambridge aprobó que un espacio dentro del nuevo desarrollo noroeste
llevara su nombre.
Sus aportaciones a la macroeconomía son muy
importantes pero no de la simpatía de quienes optaron por gobernar bajo el
amparo de las teorías de Marx y Keynes que distorsionaron a conveniencia.
Los
trabajos de Joan Robinson continúan siendo referencia bibliográfica obligada
para los estudiosos de la macroeconomía, pero es por la siguiente breve y
cáustica frase por la que más se le recuerda en las charlas de café.
“…han dando al PIB el rango de símbolo de
virilidad de las naciones”
Con
una pizca adicional de sarcasmo, esta sentencia se puede parafrasear como “…tener
más grande el PIB no hace a las naciones más viriles”.
Sus propuestas
y críticas comenzaron a ganar terreno y para hacerles contrapeso, las
oligarquías interesadas en mantener el statu quo decidieron educar a los
futuros líderes del tercer mundo en un capitalismo ortodoxo.
Con ese fin impulsaron la impartición de
cursos de postgrado especialmente diseñados en las escuelas más prestigiosas
del “mundo libre”, sobre todo de los Estados Unidos.
Esto explica la gran cantidad de adoradores del
PIB incrustados en puestos de decisión y de enseñanza en todos los países
pobres.
¿POR
QUÉ LOS GRUPOS OLIGARQUICOS FAVORECEN AL PRODUCTO INTERNO BRUTO?
El PIB es solo uno de los indicadores del funcionamiento
de los sistemas económicos, es muy importante, pero definitivamente ni es el
único ni puede por si solo aportar una calificación definitiva.
Es la suma de los bienes y servicios generados
en una economía, y su mayor debilidad es que la única forma de sumar papas,
autos y masajes, es con su valor en dinero y eso hace que cuando suben o bajan
los precios, se obtenga una falsa impresión de progreso o fracaso.
Su mayor cualidad es que permite visualizar
la acumulación de capital para inversiones futuras, siendo eso lo que capta el
interés de las oligarquías.
Lo negativo es que al preocuparse solo por
la acumulación de dinero, se deja de lado la verdadera razón por la que los
humanos se han asociado desde el principio de los tiempos.
Por eso invertiré las siguientes líneas para
echarle un vistazo al panorama general.
ORIGEN
DE LA CIENCIA ECONÓMICA.
Los sistemas económicos se inventaron para
satisfacer el impulso natural de los humanos de colaborar para alcanzar un BIEN
COMÚN.
La primera forma de colaboración fue la de
la pareja original, quienquiera que hayan sido ese primer hombre y esa primera
mujer.
Y los primeros acuerdos fueron para la
asignación de los roles económicos de “hombre cazador y mujer recolectora”.
A partir de ahí se establecieron las
primeras reglas de convivencia, “Vas a salir a cazar, pero si me entero que
comiste antes que yo y tus hijos, te saco tus cosas de la cueva”.
Estoy suponiendo que fue una mujer la
primera que hizo leyes, puedo estar equivocado, pero…. no creo.
La convivencia entre familias requirió de
más reglas y el establecimiento de liderazgos “ya que la macana es mía y tú
corres mejor porque estás flaco, tú haces que el venado te persiga, lo traes
para acá y cuando pase yo lo mato”.
Supongo también que los primeros en abusar y
dejarse abusar fueron los hombres… “todo por llevar comida a la cueva”.
Después llegó la división del trabajo y la
aparición del trueque.
Con el trueque surgió el comercio y las
primeras reglas comerciales,
“…
si la piel está mal curtida solo te daré cuatro lanzas”.
Y las primeras garantías postventa, “… si la
punta de la lanza se zafa me la vas reponer gratis”
Surgieron los primeros ricos, pero la acumulación
de riqueza estaba limitada a la cantidad de cosas que podían transportarse y
guardarse en las cuevas.
También hubo quien tuviera más de una cueva,
pero continuaron las limitaciones físicas y se siguió sin poder atesorar bienes
perecederos o animales vivos.
El problema se resolvió con la invención del
dinero.
A alguien se le ocurrió darle a un objeto de
fácil transporte y almacenamiento un valor simbólico superior a su valor
intrínseco, “te cambio esta piedra brillante por tu lanza y cuando tú necesites
algo de lo que yo tengo, te recibiré la piedra por el valor de una lanza”
Se tuvo entonces la posibilidad de acumular
riqueza con valor equivalente a más bienes de los que físicamente se pueden
disfrutar. Mil casas, comida para cincuenta años, dos mil caballos, etc.
El uso del dinero evolucionó y comenzó a
cruzar fronteras, “… con estas monedas chinas con las que los tártaros me
pagaron el caballo, voy a comprarle a los etruscos un candelabro”
Cuando las transacciones comerciales
requirieron ser vigiladas desde una perspectiva que permitiera calificar su
efecto social, se comenzaron a definir indicadores como costo de vida,
desempleo, o crecimiento económico, dando lugar a la aparición de la
MACROECONOMÍA.
Lo que causó el cambio más importante en la
evolución de las sociedades y su comportamiento económico fue la revolución
industrial.
Las mayorías populares pudieron, por primera
vez en la historia, aspirar a recibir ingresos a lo largo de todo el año.
En adelante los oligarcas concentradores de
riqueza se asumieron como benefactores de la gente común por darles la
oportunidad de, en voz de Juan Bautista de La Salle, “… salir de la miseria
cuidando de que su salario no los lleve más allá de los límites de su
supervivencia”.
La acumulación de dinero continuó siendo la
bujía de la economía, y el momento histórico en que inició la revolución
industrial propició que las oligarquías económicas que surgieron entonces, sean
las que han manipulado todos los acontecimientos globales desde finales del
siglo XVIII hasta la fecha.
En el siglo XX cuando fueron formalmente
definidos el capitalismo y el comunismo, se impuso el crecimiento del PIB como indicador
del éxito económico de los países.
Eso implicó que oficialmente en adelante el
principal objetivo de los sistemas económicos fue incrementar el flujo de los
bienes y servicios generados durante un periodo determinado.
¿CUÁLES
SON LOS INDICADORES ECONÓMICOS QUE QUEDARON EN SEGUNDO PLANO?
Los indicadores que perdieron importancia
fueron los que miden la manera en que una economía logra el BIEN COMÚN.
Para los fines de este estudio
consideraremos que el bien común corresponde a la satisfacción adecuada y
constante de los DERECHOS HUMANOS.
Y nos
detendremos a revisar solo los siguientes:
Libertad
de expresión
Libertad
de conciencia
Alimentación
Salud
Vivienda
Educación
Seguridad
MANERA
EN QUE CAPITALISMO Y COMUNISMO HAN SATISFECHO LOS DERECHOS HUMANOS.
EL
CAPITALISMO.
Inició desde que se inventó el dinero, pero
se formalizó como doctrina económica a partir de la revolución industrial.
Quedó entonces definido que la riqueza se
distribuiría por medio del salario y que con él los ciudadanos podrían acceder
a la satisfacción de los derechos de alimentación, salud, vivienda y educación.
Las libertades de expresión y de conciencia,
junto con el derecho a la seguridad, se mantuvieron bajo la sanción de los
gobernantes y de las iglesias.
Eso de que cada quien usara su dinero para
alimentarse no creo problemas por aquello de “ganarás el pan con el sudor de tu
frente”, pero como los sueldos apenas alcanzaban para eso, a muchos se les
ocurrió que los que se quedaban con las ganancias apoyaran para que la gente
del pueblo tuviera salud, vivienda, y educación.
Tal pretensión
creo mucha inquietud en las élites y de inmediato se diseñaron sistemas
educativos para que el pueblo entendiera que eso que más adelante se llamó
“populismo” ES ATENTAR CONTRA LA BENDITA LIBERTAD DE ACCEDER A LA RIQUEZA CON
EL ESFUERZO PERSONAL.
Con esa idea convertida en dogma se
justificó limitar las libertades de expresión y de conciencia y reprimir a
quienes pensaran diferente.
Con una eficiente estrategia de cooptación
fueron reclutados intelectuales, creadores de arte, comunicadores, periodistas,
académicos, y líderes de opinión, para asegurarse que todo mundo odiara y
temiera al comunismo.
Por cerca de siglo y medio el capitalismo
funcionó como se esperaba.
Los países ricos se convirtieron en
desarrollados y los pobres en subdesarrollados.
Los desarrollados pudieron pagar a sus
ciudadanos sueldos que les permitieron disfrutar de altos niveles de vida.
Los países que quedaron rezagados en su
industrialización fueron los que su historia los forzó a comenzar a
reconstruirse tras haber sido colonizados o haber padecido férreos imperios en
donde la pobreza era normal y generalizada.
Muchos de estos países se convirtieron en
proveedores de materias primas, otros tuvieron como prioridad de su desarrollo el
sacar a sus pueblos del hambre y la miseria.
En la segunda mitad del siglo XX, algunos de
esos países comenzaron a participar en el comercio internacional, sus bajos
costos de mano de obra les permitieron competir con precios muy bajos.
Fue entonces que los países que habían
monopolizado la riqueza, para subsistir sin disminuir sus utilidades, optaron
por reducir sus costos de mano de obra.
A pesar de mantener un PIB en constante crecimiento,
disminuyó el nivel de vida en los países ricos y muchos de sus ciudadanos
dejaron de tener suficiente dinero para adquirir alimentos, salud, vivienda y
educación.
Este es el panorama del capitalismo en esta
primera mitad del siglo XXI.
EL
COMUNISMO.
Sus bases fueron establecidas a finales del
siglo XIX, pero se implementó hasta principios del siglo XX.
Se reguló la propiedad privada para que
nadie tuviera “más de lo necesario”.
Las actividades comerciales fueron sujetas a
estrictos controles.
El gobierno se encargó de administrar para
los ciudadanos el acceso a salud, vivienda, educación y seguridad.
Lo único que justificó la existencia de salarios
fue la compra de alimentos, ropa y artículos autorizados para su
comercialización.
Los sistemas educativos fueron diseñados
para que se entendiera que ACUMULAR CAPITAL CANCELA LA POSIBILIDAD DE QUE TODOS
TENGAN ACCESO A SERVICIOS DE SALUD, VIVIENDA, EDUCACIÓN, Y SEGURIDAD.
Con esa idea convertida en dogma se
justificó limitar las libertades de expresión y de conciencia y reprimir a
quienes pensaran diferente.
El PIB creció constantemente junto con la
producción industrial por cerca de siglo y medio, y cuando los excedentes
comenzaron a permitir competir en el mercado global, se descubrió que los
productos no tenían la calidad necesaria para ganar nuevos mercados.
Resultó evidente que la burocracia
gubernamental no podía aportar el compromiso con la calidad que se requería
para continuar creciendo.
Fue entonces cuando el comunismo ortodoxo
entró en decadencia y se comenzaron a liberar para los particulares las
actividades comerciales y la acumulación de riqueza.
Paralelamente creció la lista de artículos
autorizados para su comercialización.
Los sueldos se incrementaron y con ellos el
nivel de vida.
También se flexibilizaron las restricciones
a las libertades de conciencia y expresión, pero como el gobierno continuó
administrando el acceso a la salud, la vivienda, la educación y la seguridad,
los ciudadanos siguieron sujetos a una normatividad que se aplica
discrecionalmente según se vinculen con el sistema.
Este es el panorama del comunismo en esta
primera mitad del siglo XXI.
CONCLUSION
En relación al enunciado que encabeza este
escrito, las evidencias prueban que:
ES FALSO QUE EL CRECIMIENTO DEL PRODUCTO
INTERNO BRUTO SIRVA PARA CALIFICAR EL ÉXITO DE LAS NACIONES.
El que se produzcan muchos bienes y
servicios no significa que una nación este logrando satisfacer adecuadamente su
objetivo fundamental que es el BIEN COMÚN.
La idea de que el crecimiento del PIB es el
indicador más importante del progreso de una nación, ha sido impuesta usando
propaganda, doctrinas místicas y programas educativos.
Pero
no deja de ser una viciosa interpretación de estudios académicos que tuvieron
como propósito explicar y pronosticar la evolución de las sociedades como
consecuencia de la Revolución Industrial iniciada en el siglo XIX.
Es una mentira que oculta una insana
distribución de la riqueza y el descuido de los objetivos originales de los
sistemas económicos.
NO HAY CULPABLES, la culpa es de un proceso
histórico iniciado en la edad de piedra, pero no puedo dejar de señalar como
nefastos a quienes se oponen a la revisión de los dogmas de convivencia
vigentes poniendo por delante haber sido educados en escuelas famosas.
A
ellos los confronto con la vergonzosa realidad de que la educación ha sido tan
manipulada por las oligarquías, que pensadores tan reconocidos mundialmente
como Noam Chomsky han concluido que:
“La
educación es un sistema de imposición de la ignorancia”
LA
SOLUCIÓN.
Desde el surgimiento de los sistemas comunista
y capitalista, han existido opciones intermedias que incluyen principios humanistas.
Las etiquetas son varias.
Social democracia, centro izquierda,
socialismo, y otras, pero lo que aún no se entiende es lo sugerido por Keynes
cuando estableció que para el diseño de los sistemas económicos debía…
“…tomarse en cuenta la naturaleza de los
tiempos históricos en los que el ahora es una permanente transición entre un
incuestionable pasado y un impredecible futuro”
A partir de esta iluminadora idea del padre
del capitalismo y abuelo del neoliberalismo, los economistas más reconocidos del
planeta han insistido desde hace mucho tiempo en que:
LOS SISTEMAS ECONÓMICOS DEBEN REDISEÑARSE
PARA RECUPERAR SU COMPROMISO CON EL BIEN COMÚN Y RECONOCER LAS PARTICULARIDADES
CAMBIANTES DE CADA PAÍS.
Como reflexión final siento la necesidad de
poner sobre la mesa la manera en que NI EL COMUNISMO NI EL CAPITALISMO HAN
SATISFECHO NUNCA LOS DERECHOS DE:
Libertad
de conciencia y
Libertad
de expresión.
Hasta ahora, las oligarquías capitalistas y
comunistas han encontrado necesario manipular la educación para limitar el
ejercicio de las libertades de conciencia y expresión.
Esto no se ve que pueda cambiar en el corto
plazo.
El pretexto que usan para dejar las cosas
como están, es que solo así se puede asegurar la armoniosa convivencia social,
la estabilidad económica y en el caso del capitalismo, hasta el acceso al
paraíso celestial.
Estos argumentos son inaceptables si se coloca
al humanismo en el centro del interés colectivo, pero se debe tener en cuenta
que para que las libertades de conciencia y expresión no causen caos, es
necesario ejercerlas con AMOR AL PRÓJIMO.
Por desgracia a pesar de la ponderación del
amor al prójimo por parte de predicadores y sus seguidores místicos, nadie lo
toma en cuenta como elemento importante de la economía personal y general.
Eso requiere de un cambio cultural que
tendrá que ser respaldado con cambios en los roles de los gobernantes y los
dirigentes religiosos.
MIENTRAS LOS DIRIGENTES RELIGIOSOS Y
GUBERNAMENTALES SE OCUPEN MÁS EN PROCURAR SUS FINANZAS QUE EN SER EJEMPLO DE
MESURA Y RESPETO, NO SE AVANZARÁ CON CERTIDUMBRE EN LA HUMANIZACIÓN DE LA
ECONOMÍA.