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jueves, 25 de febrero de 2021

SOFISMAS QUE HAN DAÑADO A LA HUMANIDAD. El crecimiento del PIB califica el éxito de las naciones.

    En 1934 Simon Kuznets inventó el PRODUCTO INTERNO BRUTO para medir el crecimiento económico que hasta entonces se media con el INGRESO PER CÁPITA.

   Casi de inmediato, los analistas financieros estadounidenses entronizaron el PIB a pesar de las recomendaciones en contra de parte de su inventor.

   En 1936 Keynes publicó su “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” e incluyó el PIB dentro de su modelo.

   Quedó así formalizada la teoría económica que los Estados Unidos opusieron al comunismo instalado en Rusia en 1913.

   John Keynes explicó el capitalismo, Karl Marx el comunismo, y los dos en su momento se declararon en desacuerdo con la tendenciosa interpretación dada a sus propuestas.

   Sus enseñanzas fueron reducidas a soluciones cuasi dogmáticas en las que las variables involucradas se relacionan como si se tratara de recetas de cocina, “ponga suficiente autoritarismo, amase a golpes y cueza a fuego lento”

   Keynes manifestó su preocupación de que no se estuviera tomando en cuenta la naturaleza de los tiempos históricos, en los que “el ahora es una permanente transición entre un incuestionable pasado y un impredecible futuro”.

   Tristemente Marx y Keynes son mayoritariamente recordados por las versiones torcidas de sus teorías.

   En el extremo de la simpleza, las economías de todos los países, ya fueran comunistas o capitalistas, comenzaron ser comparadas a partir de un solo factor, el PIB.

   Tal reduccionismo fue rechazado por Keynes, pero fue su alumna, Joan Robinson quien lo combatió.

   Ella fue una investigadora inglesa de Cambridge que en 1964 fue elegida miembro de excelencia de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias, en 1965 nombrada profesor investigador del Girton College de Cambridge y en 1979 fue la primera mujer miembro de excelencia de la Academia del King’s College, la más famosa escuela de la Universidad de Cambridge.

   Falleció en 1983, y en 2016 el consejo de la Universidad de Cambridge aprobó que un espacio dentro del nuevo desarrollo noroeste llevara su nombre.

   Sus aportaciones a la macroeconomía son muy importantes pero no de la simpatía de quienes optaron por gobernar bajo el amparo de las teorías de Marx y Keynes que distorsionaron a conveniencia.

   Los trabajos de Joan Robinson continúan siendo referencia bibliográfica obligada para los estudiosos de la macroeconomía, pero es por la siguiente breve y cáustica frase por la que más se le recuerda en las charlas de café.

 “…han dando al PIB el rango de símbolo de virilidad de las naciones”

Con una pizca adicional de sarcasmo, esta sentencia se puede parafrasear como “…tener más grande el PIB no hace a las naciones más viriles”.

   Sus propuestas y críticas comenzaron a ganar terreno y para hacerles contrapeso, las oligarquías interesadas en mantener el statu quo decidieron educar a los futuros líderes del tercer mundo en un capitalismo ortodoxo.

   Con ese fin impulsaron la impartición de cursos de postgrado especialmente diseñados en las escuelas más prestigiosas del “mundo libre”, sobre todo de los Estados Unidos.

   Esto explica la gran cantidad de adoradores del PIB incrustados en puestos de decisión y de enseñanza en todos los países pobres.

¿POR QUÉ LOS GRUPOS OLIGARQUICOS FAVORECEN AL PRODUCTO INTERNO BRUTO?

   El PIB es solo uno de los indicadores del funcionamiento de los sistemas económicos, es muy importante, pero definitivamente ni es el único ni puede por si solo aportar una calificación definitiva.

   Es la suma de los bienes y servicios generados en una economía, y su mayor debilidad es que la única forma de sumar papas, autos y masajes, es con su valor en dinero y eso hace que cuando suben o bajan los precios, se obtenga una falsa impresión de progreso o fracaso.

   Su mayor cualidad es que permite visualizar la acumulación de capital para inversiones futuras, siendo eso lo que capta el interés de las oligarquías.

   Lo negativo es que al preocuparse solo por la acumulación de dinero, se deja de lado la verdadera razón por la que los humanos se han asociado desde el principio de los tiempos.

   Por eso invertiré las siguientes líneas para echarle un vistazo al panorama general.

ORIGEN DE LA CIENCIA ECONÓMICA.

   Los sistemas económicos se inventaron para satisfacer el impulso natural de los humanos de colaborar para alcanzar un BIEN COMÚN.

   La primera forma de colaboración fue la de la pareja original, quienquiera que hayan sido ese primer hombre y esa primera mujer.

   Y los primeros acuerdos fueron para la asignación de los roles económicos de “hombre cazador y mujer recolectora”.

   A partir de ahí se establecieron las primeras reglas de convivencia, “Vas a salir a cazar, pero si me entero que comiste antes que yo y tus hijos, te saco tus cosas de la cueva”.

   Estoy suponiendo que fue una mujer la primera que hizo leyes, puedo estar equivocado, pero…. no creo.

   La convivencia entre familias requirió de más reglas y el establecimiento de liderazgos “ya que la macana es mía y tú corres mejor porque estás flaco, tú haces que el venado te persiga, lo traes para acá y cuando pase yo lo mato”.

   Supongo también que los primeros en abusar y dejarse abusar fueron los hombres… “todo por llevar comida a la cueva”.

   Después llegó la división del trabajo y la aparición del trueque.

   Con el trueque surgió el comercio y las primeras reglas comerciales,

“… si la piel está mal curtida solo te daré cuatro lanzas”.

   Y las primeras garantías postventa, “… si la punta de la lanza se zafa me la vas reponer gratis”

   Surgieron los primeros ricos, pero la acumulación de riqueza estaba limitada a la cantidad de cosas que podían transportarse y guardarse en las cuevas.

   También hubo quien tuviera más de una cueva, pero continuaron las limitaciones físicas y se siguió sin poder atesorar bienes perecederos o animales vivos.

   El problema se resolvió con la invención del dinero.

   A alguien se le ocurrió darle a un objeto de fácil transporte y almacenamiento un valor simbólico superior a su valor intrínseco, “te cambio esta piedra brillante por tu lanza y cuando tú necesites algo de lo que yo tengo, te recibiré la piedra por el valor de una lanza”

   Se tuvo entonces la posibilidad de acumular riqueza con valor equivalente a más bienes de los que físicamente se pueden disfrutar. Mil casas, comida para cincuenta años, dos mil caballos, etc.

   El uso del dinero evolucionó y comenzó a cruzar fronteras, “… con estas monedas chinas con las que los tártaros me pagaron el caballo, voy a comprarle a los etruscos un candelabro”

   Cuando las transacciones comerciales requirieron ser vigiladas desde una perspectiva que permitiera calificar su efecto social, se comenzaron a definir indicadores como costo de vida, desempleo, o crecimiento económico, dando lugar a la aparición de la MACROECONOMÍA.

   Lo que causó el cambio más importante en la evolución de las sociedades y su comportamiento económico fue la revolución industrial.

   Las mayorías populares pudieron, por primera vez en la historia, aspirar a recibir ingresos a lo largo de todo el año.

   En adelante los oligarcas concentradores de riqueza se asumieron como benefactores de la gente común por darles la oportunidad de, en voz de Juan Bautista de La Salle, “… salir de la miseria cuidando de que su salario no los lleve más allá de los límites de su supervivencia”.

   La acumulación de dinero continuó siendo la bujía de la economía, y el momento histórico en que inició la revolución industrial propició que las oligarquías económicas que surgieron entonces, sean las que han manipulado todos los acontecimientos globales desde finales del siglo XVIII hasta la fecha.

   En el siglo XX cuando fueron formalmente definidos el capitalismo y el comunismo, se impuso el crecimiento del PIB como indicador del éxito económico de los países.

   Eso implicó que oficialmente en adelante el principal objetivo de los sistemas económicos fue incrementar el flujo de los bienes y servicios generados durante un periodo determinado.

¿CUÁLES SON LOS INDICADORES ECONÓMICOS QUE QUEDARON EN SEGUNDO PLANO?

   Los indicadores que perdieron importancia fueron los que miden la manera en que una economía logra el BIEN COMÚN.

   Para los fines de este estudio consideraremos que el bien común corresponde a la satisfacción adecuada y constante de los DERECHOS HUMANOS.

   Y nos detendremos a revisar solo los siguientes:

Libertad de expresión

Libertad de conciencia

Alimentación

Salud

Vivienda

Educación

Seguridad

MANERA EN QUE CAPITALISMO Y COMUNISMO HAN SATISFECHO LOS DERECHOS HUMANOS.

EL CAPITALISMO.

   Inició desde que se inventó el dinero, pero se formalizó como doctrina económica a partir de la revolución industrial.

   Quedó entonces definido que la riqueza se distribuiría por medio del salario y que con él los ciudadanos podrían acceder a la satisfacción de los derechos de alimentación, salud, vivienda y educación.

   Las libertades de expresión y de conciencia, junto con el derecho a la seguridad, se mantuvieron bajo la sanción de los gobernantes y de las iglesias.

   Eso de que cada quien usara su dinero para alimentarse no creo problemas por aquello de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, pero como los sueldos apenas alcanzaban para eso, a muchos se les ocurrió que los que se quedaban con las ganancias apoyaran para que la gente del pueblo tuviera salud, vivienda, y educación.

   Tal pretensión creo mucha inquietud en las élites y de inmediato se diseñaron sistemas educativos para que el pueblo entendiera que eso que más adelante se llamó “populismo” ES ATENTAR CONTRA LA BENDITA LIBERTAD DE ACCEDER A LA RIQUEZA CON EL ESFUERZO PERSONAL.

   Con esa idea convertida en dogma se justificó limitar las libertades de expresión y de conciencia y reprimir a quienes pensaran diferente.

   Con una eficiente estrategia de cooptación fueron reclutados intelectuales, creadores de arte, comunicadores, periodistas, académicos, y líderes de opinión, para asegurarse que todo mundo odiara y temiera al comunismo.

   Por cerca de siglo y medio el capitalismo funcionó como se esperaba.

   Los países ricos se convirtieron en desarrollados y los pobres en subdesarrollados.

   Los desarrollados pudieron pagar a sus ciudadanos sueldos que les permitieron disfrutar de altos niveles de vida.

   Los países que quedaron rezagados en su industrialización fueron los que su historia los forzó a comenzar a reconstruirse tras haber sido colonizados o haber padecido férreos imperios en donde la pobreza era normal y generalizada.

   Muchos de estos países se convirtieron en proveedores de materias primas, otros tuvieron como prioridad de su desarrollo el sacar a sus pueblos del hambre y la miseria.

   En la segunda mitad del siglo XX, algunos de esos países comenzaron a participar en el comercio internacional, sus bajos costos de mano de obra les permitieron competir con precios muy bajos.

   Fue entonces que los países que habían monopolizado la riqueza, para subsistir sin disminuir sus utilidades, optaron por reducir sus costos de mano de obra.

   A pesar de mantener un PIB en constante crecimiento, disminuyó el nivel de vida en los países ricos y muchos de sus ciudadanos dejaron de tener suficiente dinero para adquirir alimentos, salud, vivienda y educación.

   Este es el panorama del capitalismo en esta primera mitad del siglo XXI.    

EL COMUNISMO.

   Sus bases fueron establecidas a finales del siglo XIX, pero se implementó hasta principios del siglo XX.

   Se reguló la propiedad privada para que nadie tuviera “más de lo necesario”.

   Las actividades comerciales fueron sujetas a estrictos controles.  

   El gobierno se encargó de administrar para los ciudadanos el acceso a salud, vivienda, educación y seguridad.

   Lo único que justificó la existencia de salarios fue la compra de alimentos, ropa y artículos autorizados para su comercialización.

   Los sistemas educativos fueron diseñados para que se entendiera que ACUMULAR CAPITAL CANCELA LA POSIBILIDAD DE QUE TODOS TENGAN ACCESO A SERVICIOS DE SALUD, VIVIENDA, EDUCACIÓN, Y SEGURIDAD.

   Con esa idea convertida en dogma se justificó limitar las libertades de expresión y de conciencia y reprimir a quienes pensaran diferente.

   El PIB creció constantemente junto con la producción industrial por cerca de siglo y medio, y cuando los excedentes comenzaron a permitir competir en el mercado global, se descubrió que los productos no tenían la calidad necesaria para ganar nuevos mercados.

   Resultó evidente que la burocracia gubernamental no podía aportar el compromiso con la calidad que se requería para continuar creciendo.

   Fue entonces cuando el comunismo ortodoxo entró en decadencia y se comenzaron a liberar para los particulares las actividades comerciales y la acumulación de riqueza.

   Paralelamente creció la lista de artículos autorizados para su comercialización.

   Los sueldos se incrementaron y con ellos el nivel de vida.

   También se flexibilizaron las restricciones a las libertades de conciencia y expresión, pero como el gobierno continuó administrando el acceso a la salud, la vivienda, la educación y la seguridad, los ciudadanos siguieron sujetos a una normatividad que se aplica discrecionalmente según se vinculen con el sistema.

   Este es el panorama del comunismo en esta primera mitad del siglo XXI.   

CONCLUSION

   En relación al enunciado que encabeza este escrito, las evidencias prueban que:

   ES FALSO QUE EL CRECIMIENTO DEL PRODUCTO INTERNO BRUTO SIRVA PARA CALIFICAR EL ÉXITO DE LAS NACIONES.

   El que se produzcan muchos bienes y servicios no significa que una nación este logrando satisfacer adecuadamente su objetivo fundamental que es el BIEN COMÚN.

   La idea de que el crecimiento del PIB es el indicador más importante del progreso de una nación, ha sido impuesta usando propaganda, doctrinas místicas y programas educativos.

    Pero no deja de ser una viciosa interpretación de estudios académicos que tuvieron como propósito explicar y pronosticar la evolución de las sociedades como consecuencia de la Revolución Industrial iniciada en el siglo XIX.

   Es una mentira que oculta una insana distribución de la riqueza y el descuido de los objetivos originales de los sistemas económicos.

   NO HAY CULPABLES, la culpa es de un proceso histórico iniciado en la edad de piedra, pero no puedo dejar de señalar como nefastos a quienes se oponen a la revisión de los dogmas de convivencia vigentes poniendo por delante haber sido educados en escuelas famosas.

    A ellos los confronto con la vergonzosa realidad de que la educación ha sido tan manipulada por las oligarquías, que pensadores tan reconocidos mundialmente como Noam Chomsky han concluido que:

“La educación es un sistema de imposición de la ignorancia”

LA SOLUCIÓN.

   Desde el surgimiento de los sistemas comunista y capitalista, han existido opciones intermedias que incluyen principios humanistas.

   Las etiquetas son varias.

   Social democracia, centro izquierda, socialismo, y otras, pero lo que aún no se entiende es lo sugerido por Keynes cuando estableció que para el diseño de los sistemas económicos debía…

   “…tomarse en cuenta la naturaleza de los tiempos históricos en los que el ahora es una permanente transición entre un incuestionable pasado y un impredecible futuro”

   A partir de esta iluminadora idea del padre del capitalismo y abuelo del neoliberalismo, los economistas más reconocidos del planeta han insistido desde hace mucho tiempo en que:

   LOS SISTEMAS ECONÓMICOS DEBEN REDISEÑARSE PARA RECUPERAR SU COMPROMISO CON EL BIEN COMÚN Y RECONOCER LAS PARTICULARIDADES CAMBIANTES DE CADA PAÍS.

   Como reflexión final siento la necesidad de poner sobre la mesa la manera en que NI EL COMUNISMO NI EL CAPITALISMO HAN SATISFECHO NUNCA LOS DERECHOS DE:

Libertad de conciencia y

Libertad de expresión.

   Hasta ahora, las oligarquías capitalistas y comunistas han encontrado necesario manipular la educación para limitar el ejercicio de las libertades de conciencia y expresión.

   Esto no se ve que pueda cambiar en el corto plazo.

   El pretexto que usan para dejar las cosas como están, es que solo así se puede asegurar la armoniosa convivencia social, la estabilidad económica y en el caso del capitalismo, hasta el acceso al paraíso celestial.

   Estos argumentos son inaceptables si se coloca al humanismo en el centro del interés colectivo, pero se debe tener en cuenta que para que las libertades de conciencia y expresión no causen caos, es necesario ejercerlas con AMOR AL PRÓJIMO.

   Por desgracia a pesar de la ponderación del amor al prójimo por parte de predicadores y sus seguidores místicos, nadie lo toma en cuenta como elemento importante de la economía personal y general.

   Eso requiere de un cambio cultural que tendrá que ser respaldado con cambios en los roles de los gobernantes y los dirigentes religiosos.

   MIENTRAS LOS DIRIGENTES RELIGIOSOS Y GUBERNAMENTALES SE OCUPEN MÁS EN PROCURAR SUS FINANZAS QUE EN SER EJEMPLO DE MESURA Y RESPETO, NO SE AVANZARÁ CON CERTIDUMBRE EN LA HUMANIZACIÓN DE LA ECONOMÍA.

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