Este trabajo fue publicado por primera vez en el año 2017 formando parte del ensayo MÉXICO SIN MENTIRAS y está dedicado a quienes estén interesados en entender los orígenes y causas de los graves problemas que está enfrentando México.
Refleja por tanto la situación hasta antes
de que iniciara el periodo presidencial del Licenciado Andrés Manuel López
Obrador.
Los problemas cuyo origen y naturaleza aquí
se reportan están siendo enfrentados con decisión y eficacia desde el gobierno federal,
pero la inercia de siglos de una política gubernamental de saqueo e
insensibilidad social mantiene presentes sus efectos en la idiosincrasia y
comportamiento de todos los mexicanos, incluidos gobernantes y gobernados.
Se ha avanzado mucho pero continúa la
necesidad de que todos entendamos lo que pasó y sus consecuencias.
FASCÍCULO 3
¿Fue Veracruz la primera ciudad
civilizada del Continente Americano? ¿Por qué casi todos los españoles de la
conquista tomaron como esposas legítimas a las indias? ¿Por qué la solidaridad
social de los mexicanos es tan extraordinariamente alta?
SUB-CULTURA DE LOS CONQUISTADORES
(Antecedentes culturales. Vinculación con la cultura
nacional. Futuro)
ANTECEDENTES CULTURALES DE LA SUB-CULTURA DE LOS
CONQUISTADORES.
La historia relata que el primer municipio
en el Continente Americano fue el de La Villa Rica de la Vera Cruz, dando
énfasis a que gracias a la presencia europea se inició la vida citadina en el “Nuevo
Mundo”.
Es claro que en Veracruz inició la nueva
historia continental, pero si se dan cuenta en la forma en que se presenta el
hecho hay una negación total de que antes de que Veracruz fuera fundada ya
existían centros urbanos mucho más grandes, con gobernador, regidores, policía,
jueces, cámaras de comercio, escuelas, abundante agua, drenaje, plazas públicas
y mercados.
¿No sería más justo y más sano para nuestra
autoestima como nación el que se dijera que en Veracruz se fundó el primer
municipio de lo que más adelante fue la Nueva España?
Pues bien, con esa negación de la
importancia de lo local se inició la integración del ideario de la Sub-cultura
de los Conquistadores, a esa premisa se sumaron los preceptos endosados a los
colonos por el clero medieval para que impusieran su dominio:
Nadie debía interponerse a su
voluntad porque eso sería ir en contra del orden natural.
La verdad les pertenecía aunque no
la pudieran explicar.
En este ideario fueron educadas las nuevas
generaciones de criollos y mestizos. Paralelamente algunos indígenas nacidos
bajo el dominio español comenzaron a recibir la misma educación, ellos fueron
los hijos de los indios con poder económico o político que colaboraron en la
destrucción de los vestigios del imperio que los había oprimido, esos
colaboracionistas padres de la primera generación de indios hispano-parlantes
no eran ni se consideraban a sí mismos mexicanos, ya que pertenecían a otras
naciones (otomíes, purépechas, zapotecos, totonacas, etc.) que tenían sobrados
motivos para aborrecer a los mexicas y en muchos casos se convirtieron en
distinguidos ciudadanos de la colonia como sucedió con el cacique otomí Conín,
quien bautizado como Fernando de Tapia fue uno de los fundadores de la ciudad
de Querétaro y a quien ahora en dicha ciudad se le honra con dos estatuas, una
en la Plaza de los Fundadores donde aparece vestido como español y otra a la
entrada de la carretera México-Querétaro vestido a la usanza indígena.
Existió un tercer grupo que se sumó a la
subcultura de los conquistadores, ese fue el de los indios comunes que
encontraron útil para sobrevivir el mostrar desprecio por los otros indios,
ellos también enseñaron a sus hijos a despreciar su pasado y a asumirse dueños
de una verdad que aunque no sabían explicar los colocaba por arriba de los
demás indios.
La subcultura así conformada fue la cimiente
de nuestra moderna mexicanidad, es la que animó la Guerra de Independencia, la
que dominó las actitudes de “la familia revolucionaria” a la pregonaban
pertenecer los políticos hasta finales del siglo XX, y la que domina el ideario
de la clase media citadina a lo largo y ancho del país.
Esta subcultura es en la que se
desarrollaron los criollos y la mayoría de los mestizos que fueron los que la
consolidaron de manera definitiva, por lo que es importante repasar con
detenimiento la manera en que se inició y creció el mestizaje para no sumarnos
irreflexivamente a la idea de que fue debido a que los conquistadores españoles
violaban mujeres a diestra y siniestra.
Para empezar tratemos de no tomar en cuenta las
bases éticas cristianas que los conquistadores pregonaban tener como guía
porque si realmente las hubieran respetado no hubieran causado la devastación
genocida más atroz de todos los tiempos, para concentrarnos en el hecho de que los
soldados españoles y los primeros colonizadores civiles estaban en territorio
enemigo totalmente ajenos a la posibilidad de recibir refuerzos, eran una
minoría insignificante en medio de millones de indios fuertes y organizados, y
lo único que les había permitido sobrevivir eran las alianzas que habían
pactado con los pueblos enemigos de los aztecas, por lo que si se
extralimitaban corrían el riesgo de ser exterminados en un santiamén; podían
matar en batalla, podían ordenar a sus aliados a conjuntamente aniquilar
pueblos enteros, pero no podían dedicarse a violar a todas las mujeres que
veían porque para eso tenían que bajarse del caballo, quitarse las armaduras y
cerrar los ojos aunque fuera momentáneamente; los españoles de la conquista no
se comportaron como vándalos violadores y la mayoría tomaron indias como
esposas legítimas, más adelante hubo muchos abusos, pero no derivados de actos
de guerra, sino como consecuencia del ejercicio del poder de los “señores de
horca y cuchillo” en que se constituyeron muchos encomenderos.
Otra circunstancia en los orígenes y
consolidación de la sub-cultura de los conquistadores fue la de que la mayoría
de los niños criollos, la totalidad de los mestizos y desde luego los hijos de
los indios que se incorporaron a las filas de los conquistadores, fueron
educados por madres o nanas indígenas en los altos valores morales de “Los
Preceptos de los Ancianos”, por eso ahora hablamos con más amabilidad que otros
pueblos, por eso mostramos más solidaridad ante los desastres, por eso
compartimos techo y comida con familiares y amigos cuando es necesario, por eso
tenemos excelentes costumbres higiénicas; esto nos resulta natural, pero es tan
extraordinario que en todo el mundo y sobre todo en Europa, se admira y
reconoce que la solidaridad social de los mexicanos es única y que nos bañamos
con una sorprendente frecuencia; considero que para muchos de los que lean esto
resulte difícil aceptar que las indias tuvieran una elevada educación en normas
sociales y de convivencia, pero pregúntense lo siguiente, ¿por qué si los indios
eran salvajes e ignorantes muchos conquistadores tomaron a las indias como
esposas legítimas?, ¿qué motivos podrían tener para atarse formalmente a una
“india pata rajada”?, ¿por qué las escogieron para que engendraran y educaran a
sus herederos?; solo hay una respuesta posible, porque las indígenas que
encontraron no solo eran bellas, sino limpias, respetuosas, elegantes, de
buenas maneras, y muy laboriosas.
Finalmente, respecto de los antecedentes
culturales de la sub-cultura de los conquistadores podemos concluir que fueron:
Una moral cristiana mal interpretada por la fanática soberbia de una iglesia
medieval y la espiritualidad milenaria de los Preceptos de los Ancianos.
VINCULACIÓN
DE LA SUBCULTURA DE LOS CONQUISTADORES CON LA CULTURA NACIONAL.
Contra de lo que pudiera pensarse, la
mayoría de los europeos que arribaron después de la derrota de los aztecas no
fueron militares, fueron gentes de todas las disciplinas necesarias para
colonizar y consolidar el control y la consecuente explotación de los
territorios conquistados, también llegaron muchos hidalgos aventureros con
capitales de distinta monta que vinieron a hacer fortuna adquiriendo terrenos a
bajo precio y trabajadores gratis con la encomienda de convertirlos en fieles
vasallos de la iglesia y del rey; llegaron algunos matrimonios e incluso
familias completas, pero la mayoría fueron mujeres y hombres solos (pocas
mujeres), de esa comunidad multidisciplinaria comenzaron a nacer criollos y
mestizos quienes a pesar de sus diferenciados privilegios en concertada paz
asumieron el control del país durante trescientos años; fueron los españoles
peninsulares y criollos junto con mestizos los que conspiraron para lograr la
independencia de México y tras el triunfo, durante la breve existencia del
imperio de Agustín I, los peninsulares y criollos continuaron dirigiendo los
destinos nacionales, un asunto muy importante para formarse una idea de lo que
pudo haber significado la independencia para el grueso de la población es que a
la cabeza del ejército trigarante en su entrada triunfal a la Ciudad de México
estuvieron un criollo, Agustín de Iturbide, y un español, el último virrey de
la Nueva España, Juan de O´donojú.
En los primeros años de independencia los
que con orgullo se ostentaban como conquistadores dejaron de hacerlo, pero aun
ahora en el siglo XXI hay gentes que se conducen abiertamente como
conquistadores medievales, aunque como no están agrupados formalmente como lo están
los neonazis de otras latitudes, solo se les puede describir como una caterva
mal educada por generaciones, caracterizada por una insensata altivez que les
hace expresarse con desprecio de los proletarios y nacos que según ellos somos
todos los demás.
La sub-cultura de los conquistadores
desapareció físicamente tras la independencia y ahora ya no identifica a un
grupo específico, ni a una filiación religiosa, ni siquiera a un estatus
económico, pero su ideario sumado a los de las otras subculturas se han
permeado a nuestra cultura nacional dotándonos de una ética bipolar.
FUTURO
DE LA SUBCULTURA DE LOS CONQUISTADORES.
En
esta parte no me invadió el pesimismo pero sí una especie de fatalismo. Ya no
existe un grupo identificado con los conquistadores que siga su ideario y se
organice consciente o inconscientemente para cumplirlo, pero tal ideario está
en nuestras raíces culturales afectándonos a todos en mayor o menor grado
haciéndonos susceptibles de ser manipulados por la publicidad del consumismo internacional
que para lograr sus metas de venta valida glamorosamente la ponderación de lo
extranjero, haciéndonos felices comiendo “dogs” y “burguers” y cancelando la
posibilidad de que algún día las nuevas generaciones se interesen más por
conocer México que por visitar Disneylandia; el otro efecto de la influencia de
la sub-cultura de los conquistadores en nuestra psique es la enorme frustración
que nos invade cuando quienes nos rodean no actúan en base a nuestras
sugerencias. Desterrar de nuestro comportamiento la influencia de la subcultura
de los conquistadores no es parte del futuro cercano, un afortunado giro sería
el de que en lugar de solo admirar y disfrutar lo que otros países producen,
empecemos a imitar lo que se hizo y se está haciendo en esos países para llegar
y mantenerse en dónde están, y que tomemos conciencia de nuestra innata
soberbia para cuando menos asumir conscientemente la responsabilidad de las
reacciones de quienes se hartan de que siempre intentemos imponer nuestra
voluntad y de quienes calificamos como desleales porque no hacen lo que
queremos.